Paradojas de la vida (Poesía)

Discordia de los años,

que llegan o se van,

empresa conocida,

y malogrado afán:

El joven, al futuro,

alegre mirará;

el viejo, ya cansado,

sólo mira hacia atrás...

Uno, vive ilusionado;

otro, apenado morirá...

Uno, programa ideando;

otro, evalúa su penar...

El joven, cocinando,

los proyectos que vendrán.

El viejo, empedernido,

agotando su humildad,

El niño, hacia adelante,

atreviéndose a soñar...

el viejo, despertando,

presagiando su final...

El joven, contemplando

horizontes por andar...

el viejo, renegando,

por lo que quedó detrás...

Un Sol que está saliendo,

y otro más, que se va...

Un viento que refresca,

y un aliento, que se irá...

Paradojas de la vida,

contrastes que obviarán...

Endechas que festejan

las pobrezas de la edad... 

¡Solos no podemos! (Cuento)

Juanito estaba en la sala de su casa, jugando a los tazos... de pronto, uno de ellos, por cierto, el que más llamaba su atención, al ser impactado "voló" y se metió debajo de uno de los muebles...

Sí, aquel sofá era muy grande y pesado para él... intentó moverlo muchas veces, pero sin éxito...

Primero pensó que sería mejor olvidarse de su tazo, pero también se dio cuenta de que no quería dejar de jugar sin su objeto preferido.

Intentó una vez más, se enojó, golpeó, pataleó, hizo berrinche y, finalmente, se echó a llorar...

Su padre, al escuchar sus lamentos, se puso junto a él, y simplemente lo abrazó... 

¡Aquellos brazos eran tan cálidos! Juanito se dio cuenta de que, ciertamente, él no podía mover aquel mueble pero, con su padre, sí... por eso, en tono de súplica, le rogó:

- Papá, ¿Me ayudas a mover el mueble?

Por supuesto que su padre le ayudó: juntos movieron el sofá y todo volvió todo a la normalidad: Nuevo juego, nuevas ganas y... ¡Nuevo compañero!

* * * * * * *

¿Cuántas veces andamos por nuestra vida enojándonos o poniéndonos de mal humor con todo y con todos por cosas que no podemos hacer... porque se trata de actos consumados, donde no es posible hacer nada para cambiarlos... y en estas condiciones, el llanto suena a nuestra única salida...

Solos, en verdad, no podemos...

Pero contamos con Alguien que sí puede... Dios está a nuestro lado. Él oye nuestras quejas, y nos brinda el más cálido de los abrazos... y si nosotros le rogamos que nos ayude, sin duda que todo tendrá mejor curso...

Querido lector: ¿Qué prefieres: Terminar "tu juego", o pedir su ayuda?

Números rojos...

Hablar de la economía, en México, como en cualquier otra parte, es un tema "espinoso"...

Es increíble cómo el descontrol de los bienes y servicios ha estado azotando nuestra nación, y si echamos un vistazo al resto del planeta, no hay gran diferencia...

Y es que el dinero siempre ha sido un "mal compañero"... teniéndolo o no, contando con su presencia o con su ausencia, se han provocado tantos problemas y dificultades que ni hay modo de enumerarlos...

Por poner un simple ejemplo: hoy sufrimos el séptimo "gasolinazo" del año... esto quiere decir que desde que empezamos el 2013 ha habido un aumento de 77 centavos por litro... esto es, 11 centavos mensuales por cada 1000 militros de su combustible preferido...

Ahora, la gasolina Magna (la verde), vale 11. 58... la Premium (la roja), 12. 14... y el Diesel (el negro), 11. 94...

Y yo me pregunto:

- ¿Cuándo llegará ese terrible día en que la gente ya no pueda, simplemente, pagar más este combustible?

- ¿Hasta cuándo subirán también los salarios a la par de la gasolina? Y es que hay que recordar que, subiendo una cosa, suben todas las demás con ella...

- ¿Cómo le hace nuestro pueblo para llegar hasta el fin de quincena o de mes con tanto egreso y con tan miserables ingresos?

Mientras algunos hermanos nuestros se pavonean gastando y malgastando inútilmente su dinero, muchas veces mal habido, la gran mayoría de mexicanos escriben sus libros de caja con números rojos... allí siempre se presenta déficit... 

Dios santo: ¡No nos abandones!