martes, 27 de agosto de 2013

¿Cuándo nos dijeron? Y les creímos...

  • ¿Cuándo nos dijeron que un cuerpo súper delgado era el más “atractivo”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que una familia pequeña “vivía mejor”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que en esta vida “el que no es transa no avanza”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que la mejor manera de evitar los vicios es legalizándolos? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que vale la pena “endrogarse para aparecer”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que no importa pagar dos o tres veces el valor real que tienen las cosas, porque sería “en abonos facilitos”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que lo que aparece en la publicidad es lo de mejor calidad? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que ya no ocupamos de “andaderas religiosas”, y que era mucho mejor evitar la religión en las escuelas? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que hay que leer la Biblia dentro de la cárcel, y no afuera para evitar llegar a ella? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que la ley que nos debe regir es “la del menor esfuerzo”? Y les creímos...
  • ¿Cuándo nos dijeron que las perversiones sexuales son sólo “experiencias” u “opciones”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que es mucho mejor el bien personal que el bien común? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que las leyes se hicieron para violarlas? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que se puede caminar en la oscuridad? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que la comida rápida, o transgénica, es la “mejor”? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que los recursos naturales se pueden explotar indiscriminadamente? Y les creímos…
  • ¿Cuándo nos dijeron que es "anticuado" eso de respetar a los mayores? Y les creímos...

* * * * * * * * * *
 
¿Crees tú que este estilo de vida nos ha estado “funcionado”?
Si el “mundo” no anda bien… necesitamos cambiarlo… ¡Pero ya!

domingo, 18 de agosto de 2013

La lechuza y su canto (Cuento)


Esta era una vez una pequeña lechuza que andaba de un lugar a otro, muy triste, porque sentía que nadie la quería...

En cierta ocasión, se topó con un lindo canario, amarillito... y bien cantador... charlaron un poco, se hicieron amigos, y luego, el canario, demostrando su "arte", se puso a cantar... entonces, muchas otras aves vinieron, rápidamente, para disfrutar de aquel hermoso espectáculo... embelesada con sus trinos, la lechuza quiso acompañar al canario, pero... aquellos sonidos, lejos de agradar a quienes la escucharon, terminaron por alejarlos de allí, increpándole que se callara, porque su canto parecía "de mal aguero"...

La lechuza se entristeció mucho, y voló lejos, muy desconsolada... el canario la alcanzó, y le preguntó:

- ¿Por qué te vas, lechuza?
- Porque nadie me quiere, canario... a nadie le caigo bien.
- No digas eso, querida lechuza. No se trata de ti... se trata de tu canto... ¡Cámbialo!

* * * * * * 

¿Cuántas veces creemos nosotros, como la lechuza, que a nadie le caemos bien y que nadie nos quiere?

Todo mundo tiene "problemas"... Todos pasamos por mil dificultades... y tal vez pensamos, porque es lo más cómodo y resulta la manera más fácil de evadirlos, que no valemos nada y que por eso nos va tan mal...

Si la vida no nos ha funcionado como hasta hoy, tal vez debamos aprender algo de aquel canario: ¡Cambia tu canto!

De otra manera... sólo seremos los mismos de siempre, cargando con los mismos defectos, y sufriendo los mismos sinsabores...

lunes, 12 de agosto de 2013

Candil de la calle...


Llegó a primera hora, y tomó la primera cita: eran apenas las nueve de la mañana... 

Era un señor de mediana edad, cabizbajo y evidentemente apesadumbrado... se sentó en el "sillón de los recuerdos", y comenzamos la sesión...

Su vida era como la de casi todos mis pacientes: Normal, es decir, un ser humano con problemas de infancia, amores reprimidos, sueños truncados y con muy poca visión de su futuro...

El diagnóstico era sencillo: Depresión.

- ¿Puedo curarme, doctor?
- Sin duda, hoy en día hay muchas cosas que pueden ayudarnos a salir de esta enfermedad. Por ejemplo, mire usted hacia afuera...

Yo señalé a través de mi ventana, se había instalado un circo desde hace quince días en el lote cercano a mi consultorio...

- Allí, en esa carpa, hay un espectáculo bellísimo. He ido tres veces. Hay de todo: Trapecistas, Domadores, Contorcionistas... pero lo que más me ha gustado es el show de su payaso, sin duda, el mejor que he visto: un tal "Chocolín"... Vaya, amigo, no quedará defraudado. Quizás las risas que le pueda "arrancar" le sentarán muy bien para sobrellevar su estado... y curarse...

Mi paciente cerró sus ojos, aspiró con nostalgia y con gran dolor replicó:

- Doctor, yo soy "Chocolín"...

* * * * * *

Es la experiencia de todos los días, se trata de "luchar contra uno mismo"... 

"¿Por qué te acongojas, alma mía? ¿Por qué te turbas? 
Espera en Dios, que volverás a alabarlo. Salud de mi rostro... Dios mío" 
(Sal 42, 5)

miércoles, 7 de agosto de 2013

Melancolía barata...


Según los diccionarios, la melancolía se puede definir como una tendencia permanente a estar triste... es algo así como "la felicidad de encontrarse infeliz"... Rara enfermedad, ¿Verdad?

Sin embargo, actualmente es muy común que tanto jóvenes como ancianos la padezcan, es frecuente en todos los ámbitos de la vida humana, en todos sus niveles, en todos sus estatus... se podría decir que la dicha la hemos vendido, al mejor postor, y a muy bajo precio...

Sí, la vida es "difícil", y "lo que vale" realmente "cuesta"... tal parece que con el paso de los años se nos ha ido diluyendo la heroicidad, esa fuerza innata para plantearnos retos y hacer lo posible por conseguir nuestras metas... se nos han caído los sueños, nos hemos dejado mancillar con el barro de los siglos, y hemos permitido que las crisis nos arrebaten la sonrisa... y sin mesura...

Melancolía barata... estado putrefacto de la vida... pérdida del valor de nuestra existencia... corrupción de los sentidos... atrofia de nuestros proyectos...

Hoy es un excelente día para despertar nuestro gigante en reposo... permite que tu sed de infinito sea saciada y rejuvenecida con una muy buena dosis de motivación... deja que Dios cambie tu tristeza en alegría, y troque tu melancolía en ilusión...