jueves, 6 de diciembre de 2012

Siempre hay más alegría en dar que en recibir...


El día de hoy, 6 de diciembre, la liturgia nos invita a considerar la vida y la obra de un santo que, si bien la mercadotecnia le ha cambiado el nombre, continúa siendo el "icono" de la caridad: San Nicolás.

Siempre se distinguió por su entrega y servicio hacia los más necesitados. Es el patrono de Grecia, Rusia y Turquía.

Su tío era Obispo, y previendo su amor por lo sagrado, siendo aún muy joven, lo consagró como sacerdote. Sin embargo, al quedar huérfano, donó todos sus bienes, y se dedicó a la oración y a la caridad.

En la ciudad de Mira (en la actual Turquía), habían perdido a su Obispo, pues murió, y tanto el clero como los fieles, reunidos en el Templo, discutían pero sin éxito quién ocuparía la sede episcopal... tal fue su desolación que estuvieron de acuerdo en investir al primer sacerdote que entrase por la puerta del recinto.

Nicolás, sin saber qué ocurría, entró en la Casa de Dios con la intención de orar, cuando las aclamaciones del pueblo se cirnieron sobre él... la elección resultó todo un éxito, y los lugareños comprendieron en ella la mano de Dios, siempre providente...

San Nicolás murió el 6 de diciembre del año 345, y aunque fue Obispo de Mira, y murió en esa localidad, cuando los musulmanes atacaron Turquía, un grupo de cristianos llevó sus restos a la ciudad de Bari. Por ello se le conoce a este Santo como "Nicolás de Bari" o "Nicolás de Mira"...

La Iglesia, en su honor, ha consagrado más de dos mil templos en todo el mundo.

En esta, su fiesta, es costumbre regalar a los niños alguna golosina, remedando la caridad del Santo y queriendo decir, con este gesto sencillo, que se luchará por hacer vida las palabras del libro de los Hechos de los Apóstoles con las cuales titulamos este post: "Siempre hay más alegría en dar que en recibir" (Ver Hch 20, 35).

Es verdad que la mercadotecnia ha cambiado su nombre (el famoso "Santa Claus")... incluso lo han mostrado como un abuelo barbado, gordito y bonachón, vestido con los colores institucionales de una marca de refrescos, y montado en un trineo tirado por renos... 

Ojalá que nosotros no nos dejemos arrastrar sólo por la publicidad y el consumismo... que no sólo aprendamos a dar de lo que tenemos... sino también, y sobre todo, demos de lo que somos...

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