viernes, 19 de octubre de 2012

Dejarse guiar por el Espíritu de Dios


El día de hoy tuve la oportunidad de acompañar un grupo de agentes en su camino "kerigmático"... se trataba de vivir con ellos la experiencia de "Pentecostés"...

El tema era "El don del Espíritu", y se me propuso seguir los lineamientos que presenta en uno de sus libros el Sr. José Herácleo Dimas Prado Flores (más conocido como "Pepe Prado").

La experiencia fue muy rica y enriquecedora... no se trataba de deshebrar contenidos, sino de "vivir" la efusión del Espíritu Santo.

Así que "olvidé" un poco las diapositivas y las exposiciones, y junto a ellos me dediqué no tanto a pedir el Espíritu Santo, porque Jesús prometió enviárnoslo y Él nunca olvida sus Promesas, sino más bien a agradecer, simplemente, su "derramamiento de dones".

Por un espacio de cuarenta y cinco minutos "gozamos mucho y bien" de la oración, y entre los presentes se dejó sentir la presencia del Parácleto... así, sin aspavientos ni eventos extraordinarios... sin carismas "poco comúnes", con una gran tranquilidad... fue algo así como un "bautismo", algo así como un "sumergimiento profundo" en las aguas más tranquilas...  como un "remanso de paz"...

Los testimonios coincidían: todos pudieron experimentar que Dios mismo había "descendido" sobre cada uno de ellos, y así, fortalecidos, se sintieron más capacitados para evangelizar... 

"Evangelizados que evangelicen", ese es el gran reto al que nos enfrentamos los cristianos de hoy. Gente que ha "asimilado a Cristo" y que así se encamina a proclamarle al mundo, sin miedo, como los apóstoles en Pentecostés.

Hoy constaté cómo el hombre, dejándose guiar por el Espíritu de Dios, puede ser más feliz... y vivir más comprometido...

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Breve oración al Espíritu Santo:

¡Oh, Espíritu Santo!, alma de mi alma: ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime qué debo hacer, ordena mi vida...

Concédeme querer someterme a todo lo que quieras para mí; ayúdame a aceptar todo lo que desees que me suceda; hazme solamente conocer y cumplir tu divina voluntad. Así sea. 

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